El Libro de la Semana (LXXV): Como Agua Para Chocolate
El título exacto del libro es: Como Agua Para Chocolate: Novela de Entregas Mensuales con Recetas, Amores y Remedios Caseros.
Laura Esquivel nos dice en este libro una de tantas frases relacionadas con la comida y la vida cotidiana:
"A la cama y a la mesa sólo se llama una vez"
En México cuando alguien está muy enojado, que siente que le hierve la sangre de coraje, se dice que está "como agua para chocolate", ya que para preparar el chocolate es necesario que el agua esté hirviendo, bien caliente. Y con esta misma forma se desarrolla todo el libro. Tita es una muchacha que desde niña se sintió atraída por la cocina, su calor, sus olores y, sobre todo, por sus sabores. Sin embargo, una tragedia pesa sobre Tita. No sólo es que su padre haya muerto poco después de nacer ella. Su madre es dueña de una pequeña hacienda, por lo que dinero no les falta nunca. Aunque la mamá es de un carácter fuerte y determinado, a Tita tampoco le falta cariño ya que su nana la cuida y la educa. La verdadera tragedia que pesa sobre Tita es que es la menor de tres hermanas y, desde el momento en que su padre murió, su mamá declaró: "Tita nunca se va a casar. Siendo la menor, se quedará junto a mi para cuidarme cuando esté vieja". Y es que antiguamente así se acostumbraba: la menor de las hijas se quedaba a atender la vejez de los padres. Sin embargo, Tita se resiste a este destino, sobre todo cuando conoce a Pedro Muzquiz, un vecino de un rancho cercano, el cual se enamora perdidamente de ella. Sin embargo, cuando va con su padre a pedir su mano, la mamá de Tita se muestra inflexible en su decisión de no permitir que Tita se case... pero le ofrece la mano de Rosaura, su hija mayor, a cambio. Increíblemente, el chavo accede, pensando que de esa forma por lo menos estará más cerca de Tita. Evidentemente, esto no hace nada feliz a Tita, que se siente doblemente traicionada.
Hay un par de cosas que me gustaría resaltar de este libro. En primer lugar, la novela está ubicada en el norte de México (Piedras Negras, Coahuila) a principios del siglo XX, lejos de todo, aunque cerca de Estados Unidos. La gente es gente sencilla del norte, directa y sincera. De alguna forma, son una aristocracia del lugar, aunque no dejan de ser campiranos. Por supuesto, aunque la Revolución Mexicana no les afecta directamente, tampoco pasa de largo ni inadvertida, dándole un enfoque muy diferente del que se muestra en los relatos del centro y sur del país. En segundo lugar, aunque más interesante, el estilo con el que está escrito. El libro está narrado por la sobrina-nieta de Tita, la cual, dice, heredó su amor por la cocina. Cada capítulo empieza con una receta (que por cierto, pueden preparar perfectamente y son unos platillos deliciosos y originales) y de acuerdo a la receta, se desarrolla el capítulo. Por ejemplo, para la boda de la hermana de Tita, ésta prepara una codornices en pétalos de rosas, las cuales prepara con amor y con pasión por el novio. Esta pasión es transmitida al platillo de tal forma que se vuelve una especie de afrodisíaco y todo el mundo busca escapar con su pareja a un lugar discreto. El aroma de las codornices llega hasta un campamento cercano de revolucionarios y uno de ellos toma su caballo y busca la fuente del aroma. Gertrudis, la hermana de enmedio, siente tal calor que se mete a bañar para tratar de apagarlo. Sin embargo, es tanto su ardor que no sólo el agua se evapora al contacto con su piel, sino que el pequeño baño se empieza a incendiar y ella tiene que salir corriendo, desnuda, y se topa con el jinete quien al verla la monta en su caballo y se va con ella.
Y es ese "realismo mágico" que caracteriza a las novelas latinoamericanas lo que le da ese toque que complementa la novela de una forma magistral. Tita tiene la habilidad de preparar los platillos más suculentos, pero también de transmitirles sus sentimientos, de tal forma que quien los prueba se siente como ella.
En una sociedad tradicionalista, conservadora y escrupulosa, Tita se resiste a su destino y lucha por su propia independencia desde su espacio especial, que es la cocina, que a su vez es el centro neurálgico de la casa. Todos los personajes están perfectamente marcados e identificados. Mamá Elena, con su fuerte carácter y enérgica forma de ser; Rosaura, la hermana mayor, a la que no le gusta la cocina y es sumamente tradicionalista; Gertrudis, la hermana de enmedio, que la cocina le gusta, pero no la atrae por su caracter rebelde e independiente; Tita, enamorada, pero decidida y enérgica; Pedro, demasiado honorable y enamorado como para poder congraciar ambos sentimientos y por lo tanto la riega una y otra vez.
De este libro también se ha hecho una película donde la adaptación es excelente, pues la hizo la misma Laura Esquivel y fue dirigida por su entonces esposo, Alfonso Arau, que tiene toda la vida en la industria del cine. Las excelentes actuaciones de Regina Torné y Lumi Cavazos son una delicia, al igual que la fotografía. Sin embargo, pierde mucho, empezando por el genial toque de las recetas de cocina al inicio de cada capítulo. Nuevamente, aunque vale mucho la pena ver la película, les recomiendo que mejor lean el libro. Es una suculenta novela que los dejará con un muy buen sabor de boca.
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