El Libro de la Semana XXXIV: Juegos en Parejas

Como dijera el Filósofo de Güémez: ¡Cómo se está muriendo gente que no se había muerto antes! En 2008, había escrito que "El Libro de la Semana" estaba de luto por la muerte de Michael Crichton, cuando el 19 de noviembre me entero del fallecimiento de la extraordinaria sexóloga Anabel Ochoa.
Si bien el sexo vende muy bien, la divulgación científica no. ¿Qué pasa si tratas de difundir la ciencia y vender información sexual al mismo tiempo? Bueno, puedes ser tachado de farsante o de aburrido y fracasar rotundamente... O ser Anabel Ochoa y no sólo tener un éxito abrumador, sino también cambiar paradigmas en cuanto a hablar de sexo abiertamente en los medios masivos (radio, TV, revistas, periódicos).



Anabel Ochoa era una simpática española que después de vivir en muchos países, donde se la pasó estudiando psicología y especializandose en sexología, tuvo a bien, en 1988, decidir quedarse a radicar en México, para fortuna de los mexicanos. Con una seguridad y presencia impresionante, Anabel Ochoa rápidamente se convirtió en un referente obligado cuando alguien quería tratar un tema sexual. Como ella decía, su forma de hablar era sin críticas, sin vergüenza, sin tapujos, "porque el silencio nos está matando". Feroz combatiente de las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual), no se cansaba de recomendar el uso del condón, tanto masculino como femenino. No tenía ningún problema en hablar y aconsejar a menores de edad que empiezan con relaciones sexuales, homosexuales, transexuales, mujeres golpeadas, madres solteras, hombres impotentes, eyaculadores precoces, hombres dominadores... siempre sin criticarlos y siempre dando una opinión muy fundada en principios psicológicos y biológicos, por lo que era muy difícil contradecirla o contrapuntearla.

Como parte de su sentimiento de obligación de divulgar la sexualidad, Anabel Ochoa participó activamente en la puesta en escena de "Los Monólogos de la Vagina" por más de 10 años; se presentó en decenas de programas y series de televisión donde se hablaba de sexo; tuvo un programa de radio que, rompiendo con todos los paradigmas moralistas, ¡se transmitía de las 12:00 a las 3:00 de la tarde! Justo a la hora de la comida, en horario familiar, y en AM (el programa se retransmitía a la media noche en FM); escribió varios libros de divulgación sexual, de técnicas para mejorar la vida sexual y de relatos eróticos. Justamente de los libros sobre técnicas sexuales fue de donde escogí el que presento hoy Juegos en Pareja.

En este libro, Anabel Ochos nos da varias recomendaciones para acabar con los peores enemigos de la sexualidad en pareja: el tedio y la rutina. Con juegos muy sencillos y divertidos, Anabel nos invita a descubrir prácticas que quizá no conocíamos o no sabíamos cómo realizar con nuestra pareja. Desde juegos de caricias y citas románticas pre-elaboradas, hasta juegos de rol, donde pueden jugar con disfraces o tomar personalidades diferentes (como cuando en de niños jugábamos a "A que yo era el muchacho y llegabas tú y me decías que se te descompuso el carro" (jejeje, bueno, eso no lo jugaba de chiquito, lo juego ahora).

En un mundo donde la gente antepone principios religiosos de la Edad Media a la salud física y mental, estamos más que necesitados de científicos divulgadores, que nos enseñen y nos hablen claramente de temas sexuales. Y si además lo hacen de una forma amena y en un lenguaje sencillo y divertido, ¡pues ya es una GRAN ganancia! Necesitamos más personas como Anabel Ochoa. Nos abandonó cuando a penas tenía 53 años... Ni hablar!

Descanse en paz la gran sexóloga, Anabel Ochoa. En lo personal, la extraño muchísimo.