El Libro de la Semana (LXXXII): Peter Pan y Wendy


En 1904 James M. Barrie estrenó su obra de teatro "Peter Pan". La obra tuvo tal éxito que en 1911, Daniel O'Connor, amigo de Barrie, lo publicó como novela "Peter Pan & Wendy", pero en un acto de amistad, lo firmó como J. M. Barrie. Peter Pan era un niño que de pequeño encontró un hada y pudo volar, por lo que una noche salió de su casa por la ventana y llegó al país de Nunca-Jamás, donde jugó y se divirtió, pero al regresar a su casa encontró la ventana cerrada y a través de ella vió que su mamá arrullaba a otro niño. Enfurecido se volvió a Nunca-Jamás y juró que permanecería para siempre ahí, siendo niño, sin crecer y sin obligaciones. Con el paso del tiempo fueron llegando más niños que se habían perdido y formaron una pequeña comunidad.

Sin embargo, en la Isla de Nunca-Jamás habitaban otras criaturas como sirenas, indios y piratas, en particular, el Capitán Garfio, llamado así porque tenía qué usar un garfio en su mano izquierda ya que peleando con Peter Pan éste le había cortado su mano y se la había dado a un cocodrilo, el cual desde entonces persiguió al Capitán para comérselo. El cocodrilo se había tragado un reloj al mismo tiempo que la mano de Garfio, por lo que siempre que estaba cerca se podía escuchar el tic-tac del reloj, lo cual aterrorizaba al pirata.

Peter Pan viaja a Londres junto con Campanita, una pequeña hadita que está enamorada de él. Ahí Peter escucha a una niña, Wendy, que le cuenta cuentos a sus hermanitos John y Michael. Peter decide que Wendy podría contarles cuentos a los niños perdidos y se la lleva a Nunca-Jamás, junto con sus hermanitos.

Bueno, la verdad es que la historia es muy conocida y quizá no tenga mucho sentido repetirla toda. Sólo mencionó unos hechos para hablar del trasfondo y de una posible interpretación de la obra (¡ahí les va la interpretación!).

En 1904 Inglaterra era la primera potencia del mundo. Tenía colonias en todo el mundo y era gobernado por la Reina Victoria. La sociedad estaba muy reprimida social y moralmente. Como todo imperio en decadencia, la sociedad estaba deteriorada y las diferencias eran demasiado pronunciadas. La mayoría de las obras inglesas de esa época lo reflejan de una u otra forma, como las obras de Charles Dickens, James Burroughs u Oscar Wilde.

Barrie muestra en Peter Pan su rebeldía contra esa sociedad acartonada (conciente o inconcientemente), donde debes de comportarte con la compostura que indica la sociedad. Los únicos que parecen ser felicies y que pueden usar la imaginación, mostrar sus emociones y divertirse, son los niños. Y, curiosamente, en Peter Pan el protagonista es un niño que se rehusa crecer, mientras que los adultos son piratas malvados, que le tienen un miedo irracional a que se los coma el tiempo (representado por el cocodrilo que se tragó un reloj).

Cuando Wendy y sus hermanos regresan a su casa, las aventuras que cuenta su papá les resultan sosas y aburridas en comparación con lo que ellos han vivido, dejando en claro lo vano y superfluo que es el mundo victoriano.

Por supuesto, antes que cualquier otra cosa Peter Pan es una historia para niños, llena de ilusión y fantasía. La personalidad y motivación de James M. Barrie se muestran muy bien en la película Finding Neverland con Jonnhy Depp y Kate Winslet. Quizás en realidad Barrie sólo contó una historia en el entorno en el que vivía, sin tratar de criticar nada. Quizás es una burla a la sociedad acartonada, lo cierto es que es una obra muy entretenida y divertida. Hoy en día encontraríamos estereotipos y situaciones que podríamos considerar no muy "políticamente correctas", como la figura de los indios como salvajes que hablan en balbuceos, o las mujeres que se pelean por Peter sin que a éste parezca importarle, o que limita el papel de la mujer a ser mamá y estar sometida a la voluntad de su esposo, o que los niños sueñen con matar indios y piratas como cualquier cualquier cosa (¡y de hecho, matan sin preocupación!). Sin embargo, en esas épocas no tenía nada de malo y no hay que satanizar la obra por eso.

Mejor los invito a leerla y a sacar sus propias conclusiones... ¡o ninguna, si no quieren! Sólo a disfrutar un maravilloso libro infantil.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Libro de la Semana XLV: El Archivo de ODESSA

El Libro de la Semana XXXVIII: El Club Dumas

El Libro de la Semana (XII): El Reporte Chapman