El Libro de la Semana (LXXIX): La Última Tentación
La historia puede ser muy conocida, pero hay algunos niveles de detalle que Nikos Kazantzakis narra desde la perspectiva de Jesucristo.
Jesús es un carpintero que entre sus trabajos está hacer las cruces con las que los ocupantes romanos crucifican a los rebeldes judíos. Esto le ha grangeado el odio y animadversión de la gente, que lo ve como un traidor. Judas Iscariote es miembro de una banda de partisanos nacionalistas que buscan la independencia de Judea y se enfrenta abiertamente a Jesús. María Magdalena es una prostituta que en su juventud conoció y amó a Jesús, e incluso iba a casarse con él, pero éste se arrepintió y ella, desesperada, terminó ejerciendo la profesión más antigua del mundo, lo cual le crea grandes remordimientos a Jesús.
Pero algo pasa inesperadamente. Jesús empieza a tener visiones y a oir voces que le hablan de Dios y de su mensaje, el cual debe transmitir a la gente. Jesús, entonces, al estar rodeado de personas empieza a hablar, pero no son sus palabras las que salen de su boca, sino el mensaje que Dios trae al mundo. Judas ve entonces que Jesús puede ser el Mesías del que hablan las escrituras y podría encabezar la revuelta que libere a Judea de la opresión de Roma. Pero Jesús no está seguro de ser el Mesías y además le dice a Judas que su mensaje no es de violencia, sino de amor. Judas, un tanto receloso, accede a seguir a Jesús, quien poco a poco va teniendo más seguidores. En cierta ocasión ve una turba que está a punto de dilapidar a María Magdalena, a quien todavía ama, y furioso se acerca a ellos y los convence de que no la asesinen con la célebre frase de Aquel que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Posteriormente dará el Sermón del Monte. El mismo Jesús le confiesa a Judas que estaba furioso y quería insultar a aquella gente, pero en vez de palabras de odio de su boca salieron palabras de amor. Judas le insiste en que él es el Mesías y para salir de dudas deciden ir a ver a Juan el Bautista.
Cuando llegan con Juan, éste se arrodilla frente a Jesús y le dice que lo reconoce como Mesías. Platican durante horas, apartados, discutiendo de los métodos que ambos utilizan para transmitir el mensaje, ya que Juan utiliza un método más violento al decir que se requiere un hacha para cortar la planta mala y que surja la buena. Jesús se resiste a aceptarlo, por lo que Juan le recomienda ir a meditar al desierto.
En el desierto, Jesús es tentado por el demonio tres veces hasta que le es revelado que él es el hijo de Dios y el Mesías y encuentra el hacha con la que derriba el árbol del pecado. A su regreso, les comunica a los apóstoles que van a empezar una predicación más activa, lo cual alegra a Judas. Se dirigen al templo y sacan a los comerciantes a la fuerza. Jesús organiza un levantamiento, pero en medio de la revuelta le aparecen estigmas en las manos, con lo que se da cuenta que no es la violencia la respuesta, sino su propio sacrificio. Le pide a su mejor amigo, Judas, que lo entregue a los guardias. éste se resiste, pero finalmente es convencido. Jesús es aprehendido en Getzemaní, conducido ante Poncio Pilatos, luego ante Herodes y de nuevo ante Pilatos, quien se lo entrega al pueblo para que hagan justicia como consideren. Así, Jesucristo es crucificado entre insultos y gritos.
Pero de repente todo queda en silencio. Jesús mira y ve un ángel que se acerca a él y le dice que ha pasado la prueba, que no necesita morir, que Dios lo ama y no quiere que muera. ¿Cómo va a sacrificar a su hijo? Jesús le pregunta que entonces él no es el mesías, a lo que el ángel le contesta que no, que sólo es un profeta y ha sido sometido a su última prueba y ahora puede vivir su vida normal y como siempre ha querido.
A partir de asquí se muestra la vida de Jesús como una persona más, en Judea. Se habla de su esposa y de sus hijos... pero hay algo mal. Las cosas no deberían ser así, y esa incomodidad y las dudas, seguirán a Jesús hasta su lecho de muerte.
El escritor griego Nikos Kazantzakis escribió esta novela en 1951, según lo que dice en su prólogo, para mostrar su gran devoción por Jesús y el sacrificio que hizo por la humanidad al renunciar a su vida humana en favor de la redención de los pecados. Sin embargo, la novela causó un impacto demasiado profundo en la gente cristiana. El furor fue mayúsculo cuando Martin Scorsese decidió hacer la adaptación de libro en película. En muchos lugares quemaron los cines donde se proyectó. En México se ditribuyó sólo en universidades y en copias clandestinas hasta el 2005, cuando por primera vez se proyectó en salas de cine.
Al final, el libro es una interpretación personal de Kazantzakis de la vida de Jesús. ¿Es eso tan reprobable? Desde mi punto de vista, el trato que le da el autor a la imagen de Jesucristo, acercándolo a la condición humana, no es de ninguna manera ofensiva ni herética. Sin embargo, la útlima palabra la tienes tú como lector. Te invito a que leas este gran y polémico libro. Al dejarlo, uno puede sentir que el mensaje de Jesús ha quedado mucho más claro y su sacrificio mucho más apreciable.
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