El Libro de la Semana (LIV): Alexandros

Valerio Massimo Manfredi - Alexandros I - El hijo del Sueño

Valerio Massimo Manfredi es un historiador italiano que ha cobrado fama mundial gracias a sus novelas históricas. En 1998 lanzó la novela Alexandros en tres tomos:
  1. Alexandros I .- El Hijo de un Sueño;
  2. Alexandros II.- Las Arenas de Amón; y
  3. Alexandros III.- Los Confines del Mundo.
En ellos se narra la vida de uno de los personajes más interesantes y apasionantes de la historia antigua: Alejandro III de Macedonia, mejor conocido como Alejandro Magno.

Alejandro fue hijo de Filipo, rey de Macedonia. Filipo era un guerrero valiente y audaz, que supo entablar una tregua con los griegos y mandar a su hijo a estudiar con ellos. De hecho, el maestro de Alejandro fue ¡el mismísimo Aristóteles!

Alejandro se sentía descendiente de Hércules y de Aquiles. Creía a pies juntillas que La Iliada hablaba de sus antepasados y por lo tanto él tenía un destino glorioso. Cuando Filipo es asesinado, Alejandro asume el trono y se levanta como un excelente rey, un astuto guerrero y un audaz conquistador. Unifica toda la península egea, se lanza a conquistar el Oriente (para el otro lado no había grandes civilizaciones qué conquistar, así que accede a aliarse con un pequeño pueblo que acababa de surgir, llamados los "Romanos", para que ellos sean parte del imperio y conquisten la península itálica hasta las Columnas de Hércules [el Estrecho de Gibraltar]). Llega a donde estaba Troya, en Turquía y prosigue en sus conquistas hasta tomar a Egipto. Después, vuelve sus ojos hacia Persia y no sólo los vence, sino que toma posesión de todos sus territorios. Su ejército es tan grande, y cada vez crece más, que Alejandro va fundando ciudades por diferentes lugares por donde pasa (muchas de esas ciudades se llaman Alejandría, pero hay otras llamadas Filipia, en honor a su padre, Bucefalia [hoy Pakistán], en honor de su caballo Bucéfalo, y otra en honor a su perro, Péritas).

Todo esto sucede en el siglo IV a.C. La herencia de Alejandro se sentirá en todo el mundo hasta el día de hoy. Él impuso a la dinastía en Egipto, cuya reina más famosa sería Cleopatra. Alejandría se convirtió en la ciudad más importante y faro de la cultura del mundo. Por cierto, en Alejandría se encuentra la isla de Pharos, de donde tomó su nombre esta edificación. Persiguió al Rey Persa Darío IV por lo que es hoy Irán, Irak, Afganistán, la India, e incluso Rusia. Fue el emperador de un imperio de riqueza insospechada cuando Inglaterra, España, Alemania, etc. estaban habitadas por pueblos aislados y muy atrasados. Conquistó a los judíos y pueblos árabes antes de que tuvieran una identidad propia. Llevó la lectura, escritura y mucho de la ciencia griega a todo su imperio, fomentando el avance de cada región.

Uno de los episodios más famosos de Alejandro Magno fue la vez en que, ya siendo un poderoso emperador, fue a hablar con Diógenes, quien siempre se opuso a él, pero Alejandro lo admiraba profundamente. Cuando lo encontró, Diógenes vivía en un enorme barril en la calle. Alejandro le dijo que siendo un sabio no tenía por qué vivir así y que le pidiera lo que fuera. Diógenes le contestó "¡Qué te quites, porque me tapas el sol!". Platicaron durante largo tiempo y Alejandro cambió mucho a partir de entonces.

Episodios como su conocido homosexualismo y su brutalidad al arrasar a los persas son tratados por Manfredi con suavidad o de plano son evitados, siendo evidente que Alejandro es un personaje a quien admira profundamente.

Fuera de este aspecto de idolatración, el libro es increíblemente ameno y nos deja un sabor excelente al pensar que todo es real y ocurrió hace casi 2,500 años! Un hombre increíble, como quiera vérsele, Alejandro Magno fue el más grande conquistador de la antigüedad.

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