El Libro de la Semana (L): Juan Salvador Gaviota

Richard Bach es el autor de este libro, Juan Salvador Gaviota (John Livingston Seagul), que trata acerca de una gaviota que vuela con la bandada, pero quiere volar más y mejor. Los demás lo ven como bicho raro porque, al final, ¿para qué quiere volar más y mejor? Así como todos vuelan, viven felices, no hace falta más. Pero Juan Salvador sueña con tocar el sol con sus alas, lo cual hace que sea temerario en muchos de sus vuelos y finalmente la bandada lo expulsa. En su búsqueda de perfeccionamiento, encuentra a dos gaviotas que lo elevan a "otro nivel" de vuelo. Juan Salvador ahora regresa a enseñar a otra gaviotas lo que él ha aprendido. Encuentra a Pedro, una gaviota que también fue expulsada de su bandada, y comienzan a formar un grupo nuevo de gaviotas que se esfuerzan por superarse y volar mejor y más alto.
Éste es el tema del libro. Realmente es una fábula en forma de novela. Sí, el resumen fue muy breve, pero es que ¡el libro es muy breve! Garantizo que por muy despacio que lo lean, no se tardan más de una semana (y eso si sólo leen cuando van al baño, por ejemplo). Está muy corto, tiene fotografías bellísimas de gaviotas y está escrito de una forma muy sencilla, que hace que sea entretenido. Salió a la venta en 1970 y para 1972 había vendido más de un millón de copias y era el libro favorito de los univesitarios (como lo han sido "El Perfume", "La Insoportable Levedad del Ser" o "El Péndulo de Focault", en su momento).
Ahora, el libro tiene una gran carga de misticismo y de ahí a lo que me refería con "libros de su tipo". Fue tanto el éxito y las interpretaciones que la gente le dió, que Richard Bach llegó a afirmar que los diálogos y la historia le "habían llegado en visiones que sólo transcribió". Si me lo preguntan a mi, eso es vil publicidad para darle un áura más mística al libro.
Y es que el libro es muy bonito y tiene una moraleja muy buena, la constante superación y la trascendencia por medio de nuestros logros personales. Sin embargo, mucha gente tiene interpretaciones diferentes de ésta misma moraleja. Para algunos, es un libro clásico del Cristianismo Liberal, donde Juan Salvador Gaviota representa a Jesucristo y su viaje místico hacia la perfección (las dos gaviotas son ángeles que lo elevan al Cielo) y regresa a juntar a sus doce discípulos (Pedro, el más importante) que se encargarán de difundir sus enseñanzas. Para otros es una parábola de deportistas en la que cada atleta se debe superar y compite contra sí mismo, no contra otros. Sólo aquellos que logran superarse y desprenderse del resto, logran el objetivo de avanzar más allá. Para otros, es un libro metafísico que habla de que Juan Salvador es un gurú/maestro/sen-sei/iniciado/etc., que logra alcanzar la perfección/nirvana/otro plano existencial y nos dice que la puerta para lograrlo está en cada uno de nosotros.
Y es esta parte la que no me gusta de libros místicos, que son o propaganda de alguna pseudo-religión (como "El Secreto" o "Francesco"), o son libros de literatura barata (aunque pueden ser muy buenos y útiles en ciertas circunstancias) (como "Los Cuatro Acuerdos", "El Rinoceronte", "El Vendedor Más Grande del Mundo") o son libros moralistas y demagogos (como "Juventud en Éxtasis") y en el menor de los casos, son libros escritos con buena intención (ya sea para entretener o para exponer una idea) y que la gente toma con pasión y como si fueran la verdad absoluta (como pasa con JJ. Benítez y su serie "Caballo de Troya" o con Paolo Cohelo y "El Alquimista"). Pero siempre son suceptibles a provocar enormes discusiones entre los que comparten el punto de vista del autor y los que no.
Mi punto primordial es, podrás estar o no de acuerdo con el autor, pero para saberlo primero debes de leerlo. Voy a dar un ejemplo. He leído a Carlos Cuahutémoc Sánchez, un ingeniero mexicano católico que decidió escribir algunos libros exponiendo su punto de vista de muchos problemas actuales y cómo la religión te puede ayudar a afrontarlos, evitarlos o superarlos. "Un Grito Desesperado", "Juventud en Éxtasis", "La Última Llamada", son algunos de los libros que lanzó y provocaron una respuesta abrumadora. Todo el mundo hablaba de ellos y los enaltecía. Estoy de acuerdo en que escribe de una manera muy sencilla y fácil de leer, pero su moral puritana me parece muy conservadora y poco realista. Considero que los temas que expone en cuanto a sexo, relaciones de pareja y problemas de la adolescencia, son tratados de forma muy vanal, poco profunda y siempre encausados a que su solución es la única lógica y posible, lo cual es completamente falso. Entonces me topé con un fenómeno muy curioso: en muchas librerías y reuniones escuchaba gente que decía "Es que este libro es buenísimo" y yo preguntaba, extrañado, qué parte en particular le había parecido tan buena y me contestaban "Bueno, no lo he leído, pero me han dicho que es muy bueno". ¿Y entonces cómo sabes que es bueno? No fui yo el único que criticó a CC.Sánchez, en poco tiempo fue más y más común escuchar gente que hablaba mal de él. Así que de pronto escuchaba cosas como "¡Ah, este libro es una porquería! No sé cómo hay gente a la que le pueda gustar!", y les preguntaba si ya lo habían leído "¡Claro que no! ¡Yo no leo esas porquerías!". ¿Y entonces cómo sabes que es una porquería? No estoy de acuerdo con este autor, pero tiene todo el derecho del mundo de exponer sus ideas.
Todavía tengo mis dudas de si hacer una entrada de "El Alquimista" o no porque Paolo Cohello es un autor que tiene fanáticos en serio. Y el que la gente se fanatice es lo que me hace titubear para hablar de libros místicos.
En el caso de Juan Salvador Gaviota, mi recomendación es que lo lean porque es un libro precioso con una moraleja muy bonita. Si no les gusta o no están de acuerdo, ¡perfecto! Díganme y lo platicamos. Todo tiene "pros" y "contras". Lo mismo podemos hacer con cualquier libro. Pero, por amor de dios, ¡no podemos platicar/discutir de ningún libro si no lo han leído! No se puede hablar de lo que no se conoce. Bueno, mucha gente lo hace, pero sin bases sus argumentos caen rápidamente.
Hay muchos libros con gran carga de misticismo que son muy buenos y otros muy malos. Antes de quejarse porque no saben quién se ha llevado su queso, si fue el Alquimista que en Secreto se lo llevó al Caballo de Troya en un Rinoceronte, les recomiendo que lean de varios autores y descubran cuando sólo les están vendiendo una filosofía barata o si en realidad están tratando de mandar un mensaje serio y profundo.
(Por cierto, la mayoría de los que quieren predicar alguna religión o secta siempre utilizan el argumento "¿Qué gano yo con que tú creas en esto?", se han fijado?)
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Mi buen amigo José Antonio tiene un punto que se me había olvidado tomar en cuenta. Tanto estos libros "místicos" como los de superación personal o de sicología personal, cambian mucho de sentido dependiendo del momento en nuestra vida en que los leamos. Recuerdo haber leído "El Principito" por lo menos seis veces y en cada una encontré algo diferente que me ayudó y enriqueció, básicamente porque esperaba encontrar ayuda. Pero en libros como "Tus Zonas Erróneas", en mi adolescencia lo encontré muy útil, y cuando lo leí más grande ya me pareció un tanto soso, pero no porque fuera malo, sino porque había superado muchos de los problemas para los que te ayuda el libro.
¡Muy cierto, mi buen PepeToño! Este tipo de libros vale la pena leerse varias veces si te ha gustado mucho.
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