El Libro de la Semana (XCVI): La Casa de los Espíritus

En algún lado leí que se inauguró un género de literatura latinoamericana llamado "realismo mágico" o "realismo fantástico", y su máximo exponente es el buen Gabo (Gabriel García Márquez). Claro, en México sería Elena Poniatowska y en Chile, Isabel Allende. Y un ejemplo claro de qué es este "realismo mágico" se ve en la obra cumbre de la chilena: "La Casa de los Espíritus".

Isabel Allende tuvo la dicha (y la desdicha) de ser pariente cercana del gran Salvador Allende, quien fuera presidente por el ala socialista de Chile y derrocado por el tristemente recordado Augusto Pinochet. En el golpe de estado, Isabel Allende sufrió de una persecución, fue encarcelada, torturada y finalmente logró escapar de Chile. Actualmente radica en Estados Unidos, pero llegar ahí, a una vida confortable y apacible, no fue cosa fácil.

Toda esta odisea influye mucho en su obra. En La Casa de los Espíritus refleja mucho de lo que sufrió... pero quizá me estoy adelantando.

La historia trata de Esteban Trueba y de cómo se volvió de ser muy pobre a ser uno de los terratenientes más importantes de Chile. Esteban Trueba estaba condenado a ser un minero pobre, pero desafiando a su destino, regresa al rancho decadente que le hereda su padre y lo levanta hasta convertirlo en una de las más importantes haciendas. Se casa con Clara, que es hija de un adierado político liberal y asienta su fortuna. Sin embargo, con el tiempo Esteban amasa mayor fortuna con base en su trabajo mientras que sus peones, como todos los trabajadores en Chile, se dan cuenta de que no son esclavos y que son explotados y empiezan a exigir sus derechos. Esteban desaprueba esto pues los ve como flojos oportunistas y por eso su inclinación es radical de derecha y, en determinado momento, apoya el golpe de estado.

A pesar de lo importante del ambiente político, son las mujeres quienes le dan el toque interesante a la novela. Nívea es la mamá de Esteban; Clara es su esposa y tiene poderes sobrenaturales, como una clara capacidad de ver a los fantasmas y la telequinesis. La hija de ambos es Blanca, quien se enreda con un campesino y tiene a Alba (me imagino que ya notaron el juego de los nombres). Férula es la hermana de Esteban, solterona e íntima amiga de Clara. Siendo Clara la hija de un importante político liberal, no es sopresa que Blanca también tenga ideas comunistas, así como Alba, quien las lleva a la práctica justo durante el golpe de estado y sufre las consecuencias.

Muy bien escrito, muy ameno, muy descriptivo y muy fuerte. La Casa de los Espíritus nos mueve y nos conmueve desde la risa y el asombro hasta el terror y la indignación. Es un libro que vale la pena leer. Por cierto, los gringos hicieron una versión cinematográfica y he de decir que es muy buena. Tiene talentos como Jeremy Irons, Wynona Rider, Glen Close y Meryl Streep. Claro, no le llega al libro y se elimina de plano a Blanca, mezclando su historia con la de Alba, pero de todos modos es buena. Pero si quieren sufrir, amar, gozar y reir con una buena e inteligente historia, mejor lean La Casa de los Espíritus. ¡Definitivamente, un clásico latinoamericano y del mundo!