Especial: El NO Libro de la Semana: La Familia Burrón
Saliéndome de la relación de libros que he estado haciendo, quiero hacer un paréntesis para lamentar la muerte de Gabriel Vargas, autor de uno de los comics, historietas o "monitos" mexicanos: La Familia Burrón.
Gabriel Vargas nació en Tulaningo Hidalgo en 1915 y a los 4 años, su papá murió y su mamá lo llevó a vivir a la Ciudad de México, donde se hizo patente la habilidad artística de Gabriel. A los 15 años ganó el segundo lugar en un concurso de dibujo en Osaka, Japón, lo cual le dió cierto renombre, le ofrecieron una beca para estudiar en París, pero, preocupado por su familia, prefirió aceptar un trabajo como caricaturista del periódico Excélsior, donde llegó a ser jefe de dibujantes a los 17 años. En 1937 crea su obra más conocida, La Familia Burrón, historieta que tuvo un segundo lanzamiento en 1978 y se publicó de manera contínua hasta el 2009.
La Familia Burrón es, junto con Memín Pinguín, Kalimán, Chanoc y Hermelinda Linda, el comic más famoso de México. La gran diferencia con las otras historietas es que La Familia Burrón trata de una clásica familia de cclase baja de la Ciudad de México. En su segunda edición, le tocó vivir los momentos más importantes del México contemporáneo: la petrolización de la economía, el despilfarro y corrupción del gobierno, las grandes devaluaciones de López-Portillo y Miguel de la Madrid, la erupción del volcán El Chichonal, la exploción de la gasera en San Juanico, el huracán Gilberto, el terremoto del 85, el mundial de futbol, el milagro salinista, los asesinatos políticos de fines de los 90, la revoución zapatista, el fin de la era priísta y el desencanto de la alternancia. Todos estos eventos son vividos (y a veces sufridos) desde el punto de vista de la gente más necesitada pues La Familia Burrón vive en una vecindad, ubicada en el "Callejón del Cuajo, número chorrochiecientos chochenta y chocho".
La Familia Burrón está conformada por Regino Burrón, un peluquero honesto, decente y honrado, dueño de "El Rizo de Oro", peluquería que les da pingües ganancias que a penas les da para sobrevivir a la familia. Le ayudan a atender la peluquería su hijo Reginito, quien tiene gran habilidad como peluquero, y el pequeño Foforito, un pequeño al que adoptó su familia pues el padre de Foforito es pepenador, borracho y desalmado, quien no perdía oportunidad para tratar de vender al pequeño. Regino y su familia lo adoptan para darle una mejor calidad de vida, si no económicamente, sí recibiendo cariño y bienestar. Macuca es la hija, más pequeña que Reginito, pero mucho más grande que Foforito, es toda una señorita, auqnue muy inocente. El perrito Wilson es la mascota de la familia y, dejé para el final al personaje principal, quien es la jefa de la familia: Borola Tacuche, la esposa de Regino y mamá de la familia.
Borola nació en una familia con mucho dinero, pero prefirió casarse con Regino a pesar de su pobreza. Sin embargo, nunca se le olvida que vino de un ambiente muy diferente y siempre está pensando en ideas, cuan más descabelladas e ingeniosas, para obtener dinero adicional. También es reconocida por su ingenio y su "clase" por los vecinos de la vecindad, quienes acuden a ella para pedirle consejo o ayuda cuando tiene problemas, lo cual hace que Borola siempre esté metida en luchas por la justicia y en broncas que o son suyas, lo cual en más de una ocasión han provocado que termine en la cárcel. No existe labor o trabajo que le avergúence hacer a Borola mientras obtenga ganacias, por lo que ha trabajado como barrendera, policía y hasta bailarína "exótica" (a pesar de que "ya no está en edad"). Sus ocurrencias y disparates son muy divertidos y sorpresivos.
Pero, más allá de la familia, el comic es una crónica social y muestra no sólo la idiosincracia del mexicano, sino también su entorno y cómo respondemos a los problemas. Por ejemplo, la tía de Borola, Cristeta Tacuche es multimillonaria y vive en París, a donde huyó cuando el presidente Echeverría persiguió y atosigó a los millonarios (en los 70). Ruperto Tacuche, primo de Borola caído en desgracia, es un personaje muy interesante pues, desfigurado por un accidente cuando era pequeño, siempre aparece con una gorra y una bufanda que le tapa la cara y sólo deja ver un par de ojitos. Ruperto se volvió ladrón, pero se reformó y ahora lucha por permanecer en la legalidad, trabajando como panadero. Sin embargo, su entormo siempre lo atosiga para que regrese a las andadas: amigos y conocidos ladrones y criminales, policías corruptos que siempre lo agarran para sacarle información o dinero, mujeres que lo presionan para ganar más dinero. Un personaje por sí mismo es la propia ciudad con sus problemas y la contaminación. Es común ver a lo spersonajes caminando y ver basura en la calle, carros y camiones echando humo, fábricas contaminates, tomas de agua desperdiciando el líquido, etc. Algo común es ver un camión de pasajeros completamente atiborrado y sólo se ven cabecitas por las ventanas y gente colgando por las puertas. En un número de la revista, se habla de las grandes heladas que han azotado la ciudad. Ruperto no puede pagar la renta del hotel donde vive y va caminando, tembalndo de frío y buscando dónde refugiarse (hace tanto frío que las nubes tienen carámbanos de hielo). De pronto se topa con un barril y decide refugiarse en él y se mete de un brinco. En el siguiente cuadro, sale volando Ruperto mientras un furioso hombre desde el barril lo amenaza y le dice que no se acerque a asu casa. Una voz dentro del barril le dice al hombre "Ya métete, que le entra frío a los niños!".
Esta forma de presentar problemas gravísimos de una forma cómica es un sello particular de La Familia Burrón. Habla de cómo los mexicanos nos reimos de los problemas y usamos el humor negro para evadirnos de ellos. Otro aspecto reflejado en la revista es el machismo moderno de México. Regino se enfurece con Borola cuando ésta busca un trabajo pues él dice que como hombre es su responsabilidad ser quien lleve el dinero a la casa (el que Borola quiera trabajar de bailarina exótica tampoco ayuda). Reginito estudia y trabaja con su papá, pero Macuca no. ella únicamente estudia "en un colegio de señoritas". Esto mismo se ve reflejado en la vecindad, donde casi siempre sólo se ven mujeres, pues los hombres están trabajando. Los hombres que se ven, como Avelino Pilongano, son haraganes y mantenidos (bueno, Avelino dice que es poeta y por eso nunca trabaja). Las mujeres en general son pintadas como chismosas, mitoteras y problemáticas. La diferencia es que la vecindad en general es muy apática y pasiva con los problemas de la sociedad e incluso de sus propios vecinos (como la mayoría de los mexicanos), mientras que Borola es luchadora social y activista. Se envía el mensaje moralista de que el trabajo honrado y la decencia siempre es recompensada, mientras que la tranza y la ilegalidad son castigadas de una u otra manera.
Con Gabriel Vargas, quien murió el 25 de mayo de 2010, termina la era de oro del comic mexicano, pues siguió al otro mundo a Yolanda Vargas Dulché, creadora de Memín Pinguín, Rarotonga y Lágrimas y Risas (de donde salieron innumerables telenovelas). La Familia Burrón es un reflejo tan exacto de la sociedad mexicana, que la colección completa se encuentra en un museo de Florencia, Italia, y se utiliza en la cátedra sobre la cultura mexicana en la Universidad de París. Descanse en Paz Gabriel Vargas y que viva La Familia Burrón! Si pueden léan algunos números. Si no todos son excelentes, sí son muy interesantes y divertidos.
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