El Libro de la Semana XXIII: América

Algunos escritores se esfuerzan toda la vida porque su trabajo sea reconocido, y su escritura se vuelve su obsesión hasta que mueren. Este fue el caso de Franz Kafka... con la diferencia de que sólo fue reconocido después de muerto. Kafka nació el 3 de julio de 1883 en Praga, entonces perteneciente al Imperio Austro-Húngaro (de hecho, el nombre de Franz fue en honor del archiduque Francisco José I), posteriormente Checoslovaquia y hoy en día, República Checa. Eran seis hermanos, pero sus dos hermanos varones fallecieron cuando eran bebés y quedó sólo él como varón con sus tres hermanas. Sus papás trabajaban todo el día, por lo que su educación corrió a cargo de varias niñeras y nanas. Su padre, además, era en extremo estricto y exigente. Así que, a pesar de descubrir desde muy temprana edad que su vocación era la escritura, Franz tuvo que estudiar Leyes para poder vivir y sobrevivir. Posteriormente tendría varios trabajos que no le gustaban y en los que buscaba salir temprano para pod...